22.5.07

La gran carta de Gabriele

"Donde estén mis amigos los animales, que en lo profundo de su corazón no tienen malicia alguna; donde los elementos me hablan, donde la naturaleza hace sonar sus melodías, allí estoy en casa.

Los elementos y la naturaleza se entregan en el fruto, que canta la canción de todas las canciones de la naturaleza, al regalarse a los animales y hombres.

Las canciones de los elementos, árboles, arbustos, hierbas y flores, entonan como unidad la grandiosa sinfonía de la unidad universal, la cual se manifiesta en los frutos y que sólo se puede oír bien con el corazón. Oír con el corazón significa percibir en silencio con el centro del corazón del alma lo que el entendimiento y la cabeza no pueden captar.

En su más amplio sentido "entender", equivalente a sentir dentro de los seres y las circunstancias, significa también hacerse consciente de que todo lo que vive no es sólo la forma misma, el aspecto, lo físico como tal, sino que todo lo viviente está sustentado por la vida universal que es la fuente primaria, la energía vital, la vida en todo y en cada forma de vida, en cada humano, animal, vegetal, mineral y en cada medio de vida.

La irradiación de energía de vida es toda una sinfonía donante y bondadosa".

www.fundacion-gabriele.org/es

El objetivo de la Fundación Gabriele es crear espacios en los que los animales puedan vivir de forma digna, libres como criaturas de Dios que son. Para que se puedan mover de forma libre y en paz, como corresponde a su especie, sin miedo a ser perseguidos o torturados, desarrollando una comunicación positiva con los seres humanos que se acercan a ellos ayudándoles y cuidándoles con respeto y amistad tanto en sensaciones, pensamientos como con las obras altruistas que les proporcionan.

La gran visión del profeta Isaías se hará así realidad: “Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito. El novillo y el cachorro pacerán juntos. La vaca y la osa pacerán, juntas acostarán sus crías,el león como los bueyes, comerá paja,y un niño pequeño los conducirá.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Que hermosa carta de Gabriele, enternece el corazón y el alma y invita a mirar y oir a la naturaleza con oidos del corazón. Tan sabia pureza tenia que venir de Dios.

18:06  

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